Las comunidades de la Península y Pacífico, junto a la comunidad de Fátima se unieron para vivir la Semana Santa con las diferentes celebraciones propias de este tiempo.
Después de vivir y celebrar la Cena del Señor y el lavatorio de pies el Jueves Santo, el viernes santo empezó con el Via Crucis en la mañana. La primera estación partió en la Capilla Cristo Obrero en un ambiente de recogimiento y oración, con cantos dolorosos, luego continuó la caravana hacia el Carmelo, junto a la imagen de Jesús Nazareno y la Virgen Dolorosa de Guapilacuy, era emocionante ver como se incorporaban más y más hermanos en cada sector donde se detenía para orar las estaciones, parte del sacrificio personal fue seguir en la procesión con la lluvia y el frío, orando y cantándole al Señor y a la Virgen en cada momento.
El respeto que también mostraban las personas en el camino deteniendo sus vehículos al paso de la caravana demuestra que en nuestra ciudad todavía se puede manifestar la fe públicamente. Este día santo se finalizó con el desclave chilote en Fátima, con todas las comunidades presentes juntamente con el Padre luis Terán en un emotivo velatorio. Este se caracteriza por la participación de los hombres que velan y posteriormente de las mujeres que cubrieron el cuerpo de Jesús y le colocaron flores y velas, siempre en un ambiente de mucho cariño hacía Jesús y que despierta algunas emociones de tristeza y alegría a la vez en los participantes, ya que les acompaña un cantante de rancheras conforme la costumbre local.
El sábado de Gloria se celebró en la Iglesia San Ramón de Nal, junto a todas las comunidades y el domingo la Santa Misa de Resurrección en la capilla de Guapilacuy y Fátima.
María Barrientos, encargada de comunicaciones Parroquia de Nal