Del 12 al 14 de Octubre se realizó en Castro formación para formadores diocesanos para el cuidado y la esperanza. Se trató de actualizar y entregar nuevas herramientas para las personas que ya son formadores en el tema de la prevención de abusos y capacitar a nuevos formadores.
Los objetivos específicos de la jornada fueron: conocer los fundamentos, antecedentes, efectos, respuestas legales y eclesiales y formas de prevención, del abuso sexual; entregar elementos para la implementación del programa de formación a nivel diocesano y reforzar equipo de formadores diocesanos de la Diócesis de Ancud, con nuevos integrantes. Para ayudarnos en este proceso vinieron desde Santiago Pilar Ramírez, coordinadora del Departamento Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas de la Conferencia Episcopal y la Hna. Marcela Sáenz, también miembro de dicho consejo. En la jornada participaron 32 personas, siendo 3 del Vicariato Apostólico de Aysen, y dónde también asistió el Padre Obispo Juan María Agurto, prácticamente en todo el encuentro.
Sobre la formación de formadores la religiosa Marcela Sáenz expresó “contamos con la buena voluntad y el entusiasmo de este grupo bueno que se ha juntado aquí de laicas, laicos, religiosas, con el apoyo del Obispo, para la formación de los equipos diocesanos contando con un equipo más numeroso de formadoras y formadores que puedan ir replicando esta formación, que la Iglesia pide que la tenga cada persona que trabaja en la Iglesia, sea un cargo pagado o servicio voluntario”. El participante Jorge Ruiz Santana, director del Colegio El Pilar de Ancud, sobre el encuentro manifestó que “es una buena experiencia para nosotros que trabajamos en educación, pienso que han apuntado muy bien en invitarnos, así uno adquiere una responsabilidad mayor, también nos ayuda con herramientas y comprensión para acoger mejor a las víctimas.”
La misión principal es que estas personas que recibieron la capacitación se puedan unir con los ya formadores existentes fortaleciendo el equipo diocesano y así agilizar el proceso de formación para todos los agentes pastorales y trabajadores de la Iglesia diocesana.