La Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile llama a un diálogo nacional sin exclusiones, amplio, participativo y diverso.
En un mensaje entregado este martes, ante las denuncias por violaciones a los derechos humanos obispos y administradores piden por amor a nuestra patria terminar con la violencia. Dejamos aquí el mensaje completo:
Fecha: Martes 12 de Noviembre de 2019
Autor: Los obispos y administradores de la Conferencia Episcopal de Chile
A los que tienen responsabilidad política y social
A todos los hombres y mujeres de buena voluntad
- En esta hora compleja de nuestra historia, como hijos de Dios en esta tierra, como ciudadanos y pastores, humildemente apelamos a la generosidad de todos para anteponer a cualquier ambición personal o grupal el bien común de la patria, la que nos debiera congregar como una sola familia.
- ¡Por amor a nuestra patria terminemos con la violencia! Ante las denuncias por violaciones a los derechos humanos, personas fallecidas, heridas, vandalismo, saqueos, destrucción de infraestructura pública y privada, pedimos con fuerza e insistencia que cese todo tipo de violencia, venga de donde venga. No olvidemos que nuestra historia nos enseña el grave daño que el quiebre de la institucionalidad y la transgresión sistemática de la dignidad de las personas han dejado en muchos conciudadanos y en el alma de Chile.
- ¡El respeto y el diálogo son hoy una urgencia! En el actual escenario, en que se ha invitado a una amplia reflexión sobre una nueva Constitución, es imprescindible un diálogo nacional sin exclusiones, amplio, participativo y diverso, que no sólo integre a los actores políticos, sino también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad; que involucre a los movimientos y organizaciones sociales y laborales, siguiendo el legítimo cauce institucional. La amistad cívica, la justicia y el respeto a la institucionalidad son la condición esencial de la convivencia y de la reconstrucción del tejido social.
- “¡El fruto propio de la justicia es la paz!” (cfr. Is. 32, 17). ¡Chile no puede esperar! Todos tenemos que hacer nuestros mejores esfuerzos para derribar los muros que nos separan y tender los puentes que nos permitan encontrarnos y construir un pacto social que nos conduzca a un futuro con más justicia, con paz y dignidad, donde nadie se sienta excluido del desarrollo humano integral.
Como lo hicieron nuestros padres de la Patria, ponemos a Chile en manos de la Virgen del Carmen, sabiendo que ella nunca dejará de escuchar el clamor de su pueblo.
LOS OBISPOS Y ADMINISTRADORES DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE
Lo Cañas, 12 de noviembre de 2019.