La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primera Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, siendo que su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI. En la actualidad se celebra cada 01 de Enero.
La antigüedad de esta celebración Mariana se constata en las pinturas con el nombre de “María, Madre de Dios” (Theotókos) que han sido encontradas en las Catacumbas que están cavadas debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa en tiempos de las persecuciones.
¿Cómo puede ser María la madre de Dios, si Dios ya existía antes de que ella naciera?
En el diccionario encontramos que “madre” es la mujer que engendra. Se dice que es madre del que ella engendró. Si aceptamos que María es madre de Jesús y que Él es Dios, entonces María es Madre de Dios.
No se debe confundir entre el tiempo y la eternidad. María, obviamente, no fue madre del Hijo eternamente. Ella comienza a ser Madre de Dios cuando el Hijo Eterno quiso entrar en el tiempo y hacerse hombre como nosotros. Para hacerse hombre quiso tener madre. Gálatas 4, 4: “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer”. Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios, por ende María es madre de Jesús, Dios y hombre verdadero.
Entonces, María es Madre de Dios, no porque lo haya engendrado en la eternidad sino porque lo engendró hace 2000 años en la Encarnación. Dios no necesitaba una madre pero la quiso tener para acercarse a nosotros con infinito amor. Dios es el único que pudo escoger a su madre y, para consternación de algunos y gozo de otros, escogió a la Santísima Virgen María quién es y será siempre la Madre de Dios.
Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le llamó “Madre de mi Señor”. El Señor a quien se refiere no puede ser otro sino Dios. (Cf. Lucas 1, 39-45).
La verdad de que María es Madre de Dios es parte de la fe de todos los cristianos ortodoxos (de doctrina recta). Fue proclamada dogmáticamente en el Concilio de Éfeso, en el año 431 y es el primer dogma Mariano de nuestra Iglesia.
Concilio de Éfeso
En el año 431, se llevó a cabo el Concilio de Éfeso donde se proclamó oficialmente que María es Madre de Dios.
“Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios” -Concilio de Éfeso
¡Alcemos la mirada a Dios en agradecimiento por habernos dado tan extraordinaria Madre, la que compartimos con Él Mismo!