Al iniciar el año pastoral 2020, los parroquianos de El Sagrario Ancud vivieron emotivos momentos con la oración del Vía Crucis, uniendo sus sufrimientos a los sufrimientos de Cristo.
En el patio junto a las cenizas de la antigua Iglesia San Francisco siniestrada recientemente, los feligreses se reunieron en torno al banquete Eucarístico el pasado 28 de Febrero, dando así inicio a sus actividades pastorales y animando a los miembros de la comunidad a seguir empeñados en la reconstrucción de su parroquia y capilla.
El párroco Alex Gallardo, quien presidió la celebración, expresó “para mí fue muy emotivo y significativo ya que en el contexto que estamos viviendo como parroquia el camino de la cruz toma un significado especial ante el dolor que experimenta la comunidad al ver su templo y la parroquia destruida”. Además agregó que “es un signo de clamor a Dios, pero también de esperanza, sabiendo de que nuestra fe sigue intacta y se fortalece aunque nos hayan incendiado la Iglesia, y de que tenemos que continuar y salir adelante con la ayuda de Dios”.
Para Doris Asenjo, agente pastoral, “fue la primera vez que se abrieron los portones de la parroquia desde que sucedió el incendio, así que fue muy emotivo, muy triste para muchos y a su vez bonito porque unió a las personas, que llegaron desde diferentes comunidades, urbanas sobretodo, para algunos era la primera vez que veían de cerca la situación que estamos viviendo como parroquia y pienso que eso también motivará la cooperación en ayudarnos en la reconstrucción”.
En la celebración de la Eucaristía, el altar fue puesto en el frontis de lo que fue la Iglesia, y simbólicamente se usaron algunos objetos que se rescataron después del incendio, como candelabros, algún florero y una imagen de la Virgen. Se espera que esta prueba que se vive pueda generar algo positivo en la comunidad como más unidad, más fortaleza espiritual y seguir caminando juntos por el Reino de Dios, que no es un reino material sino espiritual.