El 01 de Marzo, el Pbro. Carlos Cárdenas asumió como párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Loreto de Achao.
En una Eucaristía, presidida por el Padre Obispo Juan María Agurto, se oficializó el cambio de párroco. Es conocido que la parroquia es “una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (Código derecho canónico, canon 515). La cura pastoral de la parroquia, por lo tanto, estando bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco como pastor propio.
El párroco, por lo tanto, adquiere una importancia capital en la organización diocesana. El párroco tiene funciones jurídicas de gran relevancia, por no hablar de la trascendencia de sus funciones pastorales para la vida de las comunidades diocesanas. De acuerdo con el canon 519: “el párroco es el pastor propio de la parroquia que se le confía, y ejerce la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada bajo la autoridad del Obispo diocesano en cuyo ministerio de Cristo ha sido llamado a participar, para que en esa misma comunidad cumpla las funciones de enseñar, santificar y regir, con la cooperación también de otros presbíteros o diáconos, y con la ayuda de fieles laicos, conforme a la norma del derecho”.
Al asumir la Parroquia el padre Carlos expresó, “un muy bonito desafío, un gran desafío para mí, por primera en esta parroquia conociendo muy poco pero con el paso del tiempo estoy seguro que se va a dar muy bonita relación y vamos poder hacer un bonito trabaja en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto; dónde continuaremos con la misión de la Iglesia, continuar con lo que otros sacerdotes que han pasado por ahí han hecho, cultivar mucho todo lo que es patrimonio cultural, los cabildos, es otra forma de hacer Iglesia en esta parte de la isla, todo con la mejor disposición a dar lo mejor de uno y que Dios haga lo suyo, si al final es Dios quien nos llama.”