“Vengan benditos de mi Padre, tomen posesión del reino preparado para ustedes”, Ancud dio el último adiós al Pbro. Amado Garay Vera

El pueblo de Dios se ha despedido del querido sacerdote, Padre Amado Garay Vera (1934- 2019), su Pascua el 17 de Febrero, nos recuerda que para los que tenemos fe, nuestra meta final es llegar un día a la vida eterna junto al padre Dios y gozar de su presencia con una felicidad infinita, dónde ahora ya está disfrutando el padre Amado, quien tanto amó al Señor y a su prójimo.

El día de su funeral, el 19 de Febrero en la Catedral de Ancud, centenas de personas vinieron a entregar su último adiós, con cariño y reconocimiento por su labor y misión sacerdotal. La Eucaristía, que fue presidida por el Padre Obispo Juan María Agurto, acompañado por gran parte del clero diocesano, fue muy emotiva no tanto por la tristeza de su partida de este mundo, sino por la alegría y la esperanza en la vida eterna.

En las palabras de su sobrino Javier, durante la celebración, expresó que “a mi tío Amado todos lo conocimos como una persona afable, conversadora, asertiva en sus consejos, de buen humor, al dialogar con el transmitía optimismo y claridad de ideas, trasmitía espiritualidad, tranquilidad.  Podía tener una conversación académica profunda, como también un dialogo sencillo, humilde, sus temas pasaban desde lo espiritual, lo religioso, hasta temas de actualidad y deportes.  Yo creo que mi tío cultivó siempre el camino de la fe a través de la amistad, era su principal manera de evangelizar, para él sus semejantes, todos nosotros, éramos sus amigos”.

En su homilía Mons. Juan María, destacó que el Padre Amado siempre pedía que el sirio pascual estuviera presente en las comunidades donde celebraba misas, “queremos expresar el valor y la fuerza de la resurrección de Jesús, el P. Amado insistía mucho, que él celebraba misa si estaba presente el sirio pascual, era esencial para él el signo de la resurrección, y tenía razón porque si no hay resurrección, si Jesús no está vivo, tampoco tiene sentido la Eucaristía; y hoy está aquí el sirio para señalar de que justamente esta resurrección en la que creyó Amado y que buscó vivirla y proclamarla, damos gracias al Señor por lo bueno y misericordioso que fue con él.”

También en la misa, se compartió el mensaje que envió Mons. Juan Luis Ysern, quien tuvo por muchos años al Padre Garay como su colaborador, en la cual manifestó entre otras cosas que “de todo corazón me uno a la oración de la Diócesis de Ancud; grande ha sido el aporte del P. Amado a la Diócesis con su permanente servicio pastoral en el obispado y con su gran labor como profesor y en diversas otras labores de servicio a los fieles a través de los años; siempre podía confiar en el P. Amado Garay, ahora al mismo tiempo unidos a todos rezo por él, también le pido a él, que síganos acompañado desde el cielo y nos consiga del Padre Dios la luz y la fuerza que necesitamos para saber actuar como Dios quiere en medio de los tiempos que estamos viviendo.”

Resumen de su Biografía

José Amado Garay Vera,  nació en Huitauque, Chonchi en 1934.  Hijo de Susana y Silvestre.  Hizo sus estudios primarios en Chonchi y secundarios en el Seminario Conciliar de Ancud, donde llegó en 1946. En el último año de humanidades decidió que quería ser sacerdote y en 1952 viajó a estudiar al Seminario Mayor de Concepción. Ese mismo año su familia completa se traslada a vivir desde Chonchi a Ancud. Luego volvió a Ancud al terminar sus estudios, donde se consagró como sacerdote en 1959, siendo su primera misa en su natal y querido Chonchi.  A modo anecdótico, él contaba su experiencia de haber sido el último sacerdote que en la mañana del 22 de mayo de 1960 (día del terremoto), celebró misa en la antigua y querida catedral de Ancud.  Cursó diversos estudios posteriores en Europa en la Universidad de Salamanca y el Instituto Católico de Paris.  Igualmente se tituló de Profesor de Religión en la Universidad Católica de Valparaíso y de Profesor de Filosofía en la Universidad Austral de Chile.

En Ancud, efectuó trabajo diocesano ligado a jóvenes de la Juventud Estudiantes Católicos (JEC), ayudando a formar a muchas personas que posteriormente cumplirían importantes funciones en nuestra ciudad.  Fue docente del Seminario en forma breve y después del Liceo de Ancud, donde tuvo una destacada trayectoria entre los años 1971 y 2002. Fue también párroco de la Parroquia El Sagrario de Ancud entre 1980 y 1982. Realizó una importante labor en el gobierno eclesiástico de la diócesis en cargos de Secretario Canciller y Administrador de bienes, en tiempos complicados, bajo la dirección de Mons. Juan Luis Ysern, donde, como otros sacerdotes, realizó una labor anónima y sigilosa de ayuda y asistencia espiritual a quienes, como los primeros cristianos, eran perseguidos por sus ideas.  Como encargado de coordinar y financiar diversos proyectos, participó en 1982 en la creación y fundación de Radio Estrella del Mar, de la cual fue su primer director, también en el establecimiento de la “Fundación para el desarrollo de Chiloé” FUNDECHI y varias otras instancias en que el desarrollo espiritual contribuía al desarrollo humano, social y sustentable.  También participó activamente, en la formación y consolidación de la comunidad de Pio X de Ancud, hoy parroquia El Buen Pastor, donde ejerció labor de sacerdote hasta el final de sus días.

En el año 2010, producto de diversas colaboraciones que efectuó, en especial en formación de líderes jóvenes, el Rotary Club lo nombró socio honorario. En el año 2008 y también el año 2018, por su aporte a la comunidad de Ancud, la Ilustre Municipalidad de Ancud lo nombró Hijo Ilustre de la Comuna.

 

 

 

 

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